UNA VISITA INESPERADA
ERICK ESTUARDO
UNA VISITA INESPERADA
ERICK ESTUARDO
CAPITULO I
Ocurrió una noche de diciembre, hacía frio y la luz de la luna reflejaba a
todo su esplendor, un viento fuerte soplaba.
Se escucho el sonido de la puerta, una visita inesperada venia a turbar y a
inquietar la mente y el corazón de nuestro querido Rick Stuard.
El mozo caminó hacia la habitación del señor Rick, el mozo estaba agitado y
nervioso, le había cambiado la cara, era como si hubiese visto un fantasma.
-señor, perdone que lo interrumpa
-que pasa Frank
-hay alguien que quiere hablar con usted
-y quien será, a estas horas de la noche
-no lo va a creer señor
-por que lo dices
-la persona que lo busca es…
-no lo digas, iré personalmente a verificar
-si mi señor
Se levanto de la cama, cogió sus zapatos metiendo los pies, caminó despacio
hacia la puerta, mientras caminaba, pensó en quien era aquella misteriosa
persona, dio un largo suspiro y abrió la puerta.
CAPITULO II
Hacia tiempo que esta persona había tenido la mala fortuna de perder a su
amada, nunca se supo que pasó en realidad, si la mujer murió o simplemente
desapareció.
Fueron días donde la tristeza y la soledad se convirtieron en sus únicos
amigos, al borde de la locura, intentando escapar de aquel vacío que ardía
dentro de el, la ansiedad de no tener a aquella persona, y no saber si la
volvería a ver,
Un universo infinito de pensamientos pasaron por su mente, pensamientos dedicados
a una mujer sin igual, noches de insomnio dedicadas a pensar en ella, lagrimas
y tristezas en la compañía de la soledad silenciosa en una oscura habitación.
Sus pensamientos se hacían mas vagos hasta que murieron y no quiso pensar
mas en su amada, pero todo esto era absurdo, era inevitable.
Con el simple hecho de ver el sol o la luna venían a su mente todos
aquellos momentos vividos., ahora vivía asustado y con miedo a ver el sol,
encerrado y deprimido, así pasaron los días y el nunca olvido a su amada.
CAPITULO III
Cuando abrió la puerta vio la silueta de una persona, el salió, enseguida la vio para poder reconocerla.
Aquella persona estaba de espaldas a
el, volteo la mirada, y se vieron profundamente a los ojos, el corazón
comenzaba a latir mas y mas rápido, sensaciones extrañas en el estomago, nadie
decía nada, el silencio era el mejor cómplice, dio un respiro profundo y se
acercó.
allí estaba ella, tan linda, tan sola y vulnerable, vestía una blusa sin
mangas de color beige y el cuello destapado, el viento soplaba fuerte, hacia
frio, y nadie dijo ni una palabra, el se acerco más y la abrazó.
Ella doblo los brazos colocándolos sobre su pecho y se dejo cubrir por los
brazos del sorprendido Rick Stuard.
Desconcertado y con una vos suave dijo
-
Quieres entrar
Ella no dijo nada, el la tomo de la mano y caminaron hacia la habitación,
un silencio profundo los inundo, silencio que poco a poco fu haciéndose mas
incomodo.,
La dama tomo un lugar en la orilla de la cama, mientras se quitaba el
brasear bajo la blusa, el seguía ahí, de pie y sorprendido, mientras veía como
ella se quitaba los pantalones.
Todo era tan normal como si nunca hubiese pasado nada, el por un momento
pensó *donde quedan esos días de sufrimiento y locura, donde queda esa
desesperación y lagrimas*
Se dio cuenta que todo sufrimiento tiene una recompensa, en el fondo el
deseaba verla y volver a recordar juntos aquellos sentimientos que nacen de la
unión de dos personas.
Y allí estaban.
Después de morir y vivir un infierno, después de pasar descalzo por un
terrible desierto.
Volvían a estar juntos de nuevo, solos y en la intimidad de la habitación,
lugar donde el amor y la pasión fluían libremente.
El seguía de pie, atontado al ver que la dama tomaba su lugar en la cama y
se cubría con las chamarras., el tomo asiento en la esquina de la cama y se
despojó de los zapatos luego el pantalón y después la camisa, un minuto después
apago la luz y se introdujo en la cama.
Nadie decía nada, ni preguntas ni escusas ni reclamos, el volvió a ser
feliz, pero en el fondo realmente estaba asustado, pensaba que quizás todo era
un sueño, una ilusión producto de sus fantasías, así que decidió vivir el
momento, no le importaba si aquella visita era un sueño o realidad.
CAPITULO IV
Suave y lentamente acaricio su espalda, hasta llegar a la parte mas carnosa
de su cuerpo, seguía acariciándola y llevaba su mano hacia la entrepierna, con
la mano derecha acariciaba y apretaba sus pechos, mientras que con la mano
izquierda acariciaba su parte intima,. Ella gemía y se movía, tratando de
librarse de el, no decía nada, solo gemidos y respiraciones profundas, el no
separo sus manos de ella.
Era mágico, soñaba y anhelaba el momento de volver a encontrarse con su
amada.
Se besaron, fue un beso tierno y lleno de amor, una acción que reflejaba la
necesidad de tenerse el uno al otro, en ese momento el joven rick comenzó a
quitar la ropa interior de su amada, mientras ella quitaba las de el.
Quedaron completamente desnudos, el se poso sobre ella y la beso, ella abrió
las piernas y se acomodaron, ella lo beso y lo abrazó con tanta fuerza, se
aferraron el uno al otro con real pasión.
El suave y delicadamente introdujo su pene en la vagina de su amada, todo
fue como la primera vez que estuvieron juntos, era mágico, como un sueño que se
a convertido en realidad, nunca en otras vidas o nunca en otras muertes hubiese
sido mejor, este era el día que el destino le tenia preparado, el amor floreció,
aquellos sentimientos escondidos volvieron a salir a luz.
Hicieron el amor, se abrazaron y
quedaron dormidos.
CAPITULO V
Al siguiente día, despertaron abrazados,. Nada en el mundo era mas
importante en ese momento que estar juntos, ella abrió los ojos, el la veía y
la besó.
El amor y la pasión volvieron a fluir, e hicieron el amor varias veces y
por largo tiempo, algo mágico que solo queda en la memoria de estas dos
personas, cómplices de sus travesuras, un secreto que solo ellos saben, se
conocían tan bien que con una mirada saben lo que siente la otra persona.
Durmieron por un rato más.
Terminaron de vestirse y ambos salieron, caminaron de la mano., el la dejo
en su destino y ella le dijo
-
Te quiero
El la besó y vio como ella se alejaba de el.
CAPITULO VI
Luego de besarla, empezó a sudar, su cuerpo temblaba, la respiración poco a
poco fue haciéndose mas lenta, hacia un gran esfuerzo para respirar y pedir
ayuda, todos sus esfuerzos eran inútiles, la sensación era como ahogarse en el
fondo del mar sin nadie a su alrededor que pudiera brindarle ayuda.
En un intento desesperado logro respirar y dar un grito, agitado y
sudoroso, abrió los ojos y observo a su alrededor.
Se dio cuenta que estaba en su habitación, despertando de aquel hermoso
sueño. Pues su amada había muerto meces antes.
FIN.
para adriana anabel.
...